lunes, 27 de mayo de 2013

El juego de Pascuala

Con ustedes: Pascuala. Sí, ella es, nuestra estimada muñeca confeccionada en el marco de una clase sobre juguetes para niños y niñas en situación de discapacidad. El juego se ha descrito como una actividad fundamental en y para el desarrollo del-a  niño-a, siendo una de las áreas de mayor importancia en esta etapa del ciclo vital ya que contempla la mayor parte del tiempo en su rutina. A través del juego, éstos exploran sus propias habilidades, reconocen sus características y las del entorno relacionándose con éste, configurándose como un medio inicial para construir la propia identidad y la identidad de grupo, siendo el juego una actividad transversal para todos los niños y niñas, independiente a sus posibles "limitaciones". 
Es así como esta área de la ocupación puede convertirse en un medio terapéutico para trabajar habilidades sociales, cognitivas, motoras y praxias, como tolerancia a la frustración, trabajo en equipo, respeto de turnos, fortalecimiento de musculatura específica,  pinzas entre otras.

En esta ocasión, trabajamos en grupos de 5 a 6 personas para idear un juguete que fuese capaz de ser usado con objetivos terapéuticos según un caso que se nos fue dado a cada grupo. Junto a mis compañeras, nos tocó trabajar en base al caso de una niña de 9 años y que poseía parálisis cerebral tipo diplejía espástica, teniendo dificultades en la manipulación de objetos y pinzas finas. Además, se agrega como antecedente, el interés y agrado de la niña por confeccionar pulseras. Así, luego de pensar en las posibles características de la niña que van más allá de las “patológicas”, surgió la idea de confeccionar una muñeca con la cual pueda entretenerse haciendo cosas que le gusten y provoquen disfrute, permitiendo a la vez trabajar en sus dificultades.  Surge entonces Pascuala, una muñeca que cambia. Dentro de las características de esta que cumplen con nuestros objetivos (entretención, entrenamiento de pinzas finas y manipulación), está que tanto su cabellera, como su vestuario, accesorios y expresión, pueden ser personalizados. Para lograrlo, fue necesario en primera instancia trabajar en equipo, coordinándonos enfocadas un objetivo común, respetando las ideas que cada una tenía y conjugándolas entre sí. Además, otro aspecto fundamental para llevar a cabo el proceso creador, fue apelar a nuestra creatividad, que sobre todo a la hora de intervenir con niños, permite darle otro sentido a las cosas que se usan cotidianamente, como los juguetes en el caso de los niños, otorgándole un objetivo terapéutico de acuerdo a las necesidades y preferencias de los y las usuarios y usuarias.
Los materiales utilizados fueron tela, hilo, lana, aguja, velcros y agorex, materiales sencillos que permiten darle forma a una idea que va más allá de lo concreto, siendo de uso cotidiano y bajo costo. Es por esto último que relevo el valor de esta actividad, ya que como terapeutas ocupacionales trabajamos en lo cotidiano, teniendo en cuenta la multiplicidad de usos y significados que se le pueden dar a los distintos recursos que el medio nos da.


Finalmente, participar de este proceso como terapeuta en formación fue enormemente gratificante, ya que tanto el trabajo en grupo como la posibilidad de hacer algo útil, entretenido y significativo para mí como para otros, me permitieron entrar en flujo en esta actividad. 


Les adjunto una página donde pueden encontrar información respecto a juegos accesibles, para niños y niñas en situación de discapacidad. Espero les guste, así que los insto a buscar más información y a sentirse capaces de darle un nuevo uso a los objetos con los que nos relacionamos, creando un nuevo mundo a través de ellos.

http://www.discapnet.es/Castellano/areastematicas/Accesibilidad/OcioAccesible/GuiadeJuguetesAccesibles/Paginas/Guiadejuguetesaccesibles.aspx


Hasta la próxima!

martes, 14 de mayo de 2013

Crear para adaptar.



Hace ya una semana, nos aventuramos a participar del mundo de la tecnología asistiva. ¿Qué significa esto? A grandes rasgos, la tecnología asistiva es todo dispositivo, adaptación, utensilio u otro que permita la participación de las personas con discapacidad en las distintas áreas de ocupación. En este sentido, la tecnología en sí siempre ha estado a la disposición de las personas para facilitar su desempeño, para aumentar sus ámbitos de participación o para entretener simplemente, por lo que en su calidad de asistiva, no viene más que a corroborar estos objetivos pero de una manera en la cual contempla la diversidad de personas que la utilizan.


Así, cuando nos pidieron los materiales (bastante extraños y desconocidos para mí), como cables, esponja, un mouse, swith, jack macho y hembra, soldadura y cautín, no entendí muy bien hacia dónde se dirigía la actividad. Luego, cuando nos explicaron que realizaríamos la adaptación de un mouse para facilitar el clickeo de este sin la necesidad de utilizar los dedos, todo tuvo sentido. Si bien no logré hacer funcionar mi adaptación después de una gran lucha con la soldadura de sus partes, evitando quemarme con el cautín (que por cierto, hay que utilizar con mucho cuidado), la idea de que a través de lo que estaba intentando un niño con discapacidad (y en general, cualquier persona con discapacidad) podría jugar en un computador, aprender e incluso hasta comunicarse, me pareció indudablemente valioso, por lo que mi motivación por aprender iba más allá de los resultados y la frustración en esta ocasión.

De esta forma es posible preguntarse ¿en qué medida estas adaptaciones son útiles y posibles de realizar?, ¿por qué es importante para el trabajo de un terapeuta ocupacional conocer estas técnicas?

El acceso a distintos ambientes es uno de los objetivos de las tecnologías asistivas, poder trasladarse, explorar el “mundo”, comunicarse y aprender son actividades que normalmente realizamos a diario sin la necesidad de grandes complicaciones y sin cuestionarnos mucho el cómo lo hacemos, ya que se nos da con naturalidad. En el caso de alguna persona que vea limitada algunas de estas áreas debido a una discapacidad física, el acceder a un nuevo “ambiente” se complejiza enormemente. Es así como surge la utilidad y necesidad de realizar estas adaptaciones tecnológicas de manera de permitirles ser parte de procesos de la vida diaria aportando a la vez en otros aspectos de su vida. A pesar de lo importante de aquello, no dejo de cuestionarme que esta situación no es más que un reflejo de las múltiples barreras a las que deben enfrentarse las personas que son “diferentes” (destaco esta palabra ya que todos somos diferentes y de alguna u otra forma es lo que nos hace únicos), y que también dan cuenta de lo mucho que nos falta aún para conformarnos como una sociedad inclusiva, en la que no sea necesario realizar adaptaciones específicas a los bienes y servicios de los que todos disponemos, sino que en sí misma contemple la amplia gama de características de quienes hacemos uso de ellos. Sin embargo, estas soluciones simples y de bajo costo (como la adaptación del mouse) dadas por la tecnología asistiva son un buen primer paso para hacernos consientes de esta necesidad sin tener que desembolsar grandes sumas de dinero en ello.

A este objetivo, de hacer una sociedad más inclusiva a través del acceso a tecnologías que facilitan el desempeño, el trabajo del terapeuta ocupacional (TO) adquiere relevancia en la medida que se busca mejorar la participación en ocupaciones de los usuarios beneficiados por estas adaptaciones. En este sentido, constituye un valioso aporte para el TO contar con este conocimiento como complemento a sus intervenciones, como un medio para trabajar distintos objetivos disminuyendo posibles obstaculizadores del proceso de intervención. Lograr que los usuarios que asisten a Terapia ocupacional logren desempeñarse de manera satisfactoria en sus distintas actividades significativas, es uno de los objetivos que motivan la práctica de la profesión, por lo que fortalecerse de herramientas desde otras disciplinas (como el diseño, por ejemplo) que faciliten este proceso, apuntan a su enriquecimiento ya que constituyen un desafío como profesionales.

Finalmente, el desarrollo de estas tecnologías debe ser siempre enfocado en las condiciones, necesidades e intereses de los usuarios, por lo que es fundamental conocer qué es lo que se busca a la hora de adaptar, teniendo en cuenta las características tanto del usuario, como de su entorno, y especialmente de su familia, con la cual se debe trabajar en el entrenamiento del uso de éstas, de forma que sean verdaderamente efectivas.



Les adjunto un link de descarga GRATUITA de algunos software para personas con discapacidad que pueden instalar en sus computadores, espero les sea útil:



¡Hasta la próxima!


lunes, 6 de mayo de 2013

Cuerpo en movimiento



"Si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguirá así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres y jugaría con niños.
Si tuviera otra vez la vida por delante." Instantes, Jorge Luis Borges.



Quise comenzar con este extracto de poema, para definir un poco lo que significa para mi el movimiento: fluir. 

Esta semana les comparto la actividad realizada en nuestro curso sobre Movimiento. Al iniciar, nos reunimos en parejas para seguir los movimientos que la profesora realizaba con un par de zapatos. Subir y bajar, ir de un lado hacia otro saltando, caminando, rotando, todo en coordinación con la pareja, así como nuestros pies dirigen nuestro camino sin equivocar. Luego, nos separamos para iniciar una caminata libre por la sala al ritmo de la música, saludándonos con quien pasara a nuestro lado con distintas partes del cuerpo, sin hablar, tratando de expresar alguna emoción con cada roce... hasta que nos quedamos con una "espalda" (que en mi caso, fuimos 3 espaldas) para expresar a través del movimiento, otras emociones. 

Si bien en un comienzo cada actividad pudo parecer simple o sin un objetivo claro, al entrar en flujo en estas dejándose llevar por lo que nuestro cuerpo quiera decir, es posible conectarse con nuestro estado y con los demás, creando una danza libre y renovadora para comunicarnos a través de pasos, siluetas, ondas y quiebres en nuestros movimientos de distinta intensidad. Con movimientos naturales, comunes o no a lo que acostumbramos, podemos volcar nuestro pensar y sentir sin mediar con palabras, únicamente con la corporalidad.



                                                      En la segunda parte de esta sesión nos dividimos en 4 grupos, cada uno con una palabra: movimiento, entrega, maquillaje o libertad. Así, luego de un tiempo de trabajo en grupo, cada uno fue preparando una breve presentación para el resto del curso, utilizando algunos materiales como instrumentos musicales, telas, papeles y maquillaje. Luego, cada grupo expresó sin palabras, lo que interpretaron con cada concepto que escogieron, en una composición que mezcló colores, gestos, bailes y música.



                                                        Al analizar la dinámica que se generó con esta actividad, considero que estas fueron muy útiles para demostrar y vivenciar la multiplicidad de cosas que podemos expresar al movernos, y a la vez, la gran gama de formas de hacerlo, lo que puede ser muy útil para nosotros como futuros terapeutas. Realizar actividades de expresión corporal en grupo puede ser un excelente medio terapéutico para facilitar la conexión entre sus integrantes, además de ayudar a perder el miedo al ridículo al reforzar el respeto por  los espacios personales que confluyen en un espacio común. Y en este sentido, es muy importante reconocer las distintas sensaciones que los usuarios van sintiendo en este tipo de actividades, ya que lo ideal es siempre hacer en función de los intereses de estos.


 Es así como pienso en las propiedades terapéuticas de la expresión a través del movimiento corporal. Día a día necesitamos movernos para realizar nuestras actividades, a veces con muchos movimientos mecánicos que hemos aprendido de generaciones atrás y que pueden asociarse a patrones culturales que se repiten durante años. La mayoría de nosotros acostumbramos a caminar de cierta forma, a cepillarnos los dientes con ciertos movimientos, o a representar un saludo con gestos que son fácilmente reconocidos. Solemos asociar estados de ánimo y emociones a gestos típicos en nuestros rostros o nuestra corporalidad total, "sabemos" que al estar contentos nuestro cuerpo se expande, crece, contrario a cuando estamos tristes. De esta forma se genera un lenguaje común a una cultura, sociedad o grupo, que permite comunicarse a través de patrones pre-establecidos que son conocidos por todos, y es allí donde se reconoce la importancia del contexto en la significación de estos patrones... pero, ¿qué pasa cuando no conocemos los patrones, cuando no son suficientes para expresar lo que sentimos?

Tal es el caso de los bailarines, que logran identificar y prolongar sus sentimientos de manera más intensa al común de nosotros. Crean un lenguaje propio de aquello que perciben, así como una poesía del movimiento que para quienes no dedicamos nuestra vida a ello, nos parece ajeno, deslumbrante, muy diferente a lo que solemos realizar. Desde este punto de vista, puedo reconocer la multiplicidad de significados que el "moverse" puede tener y sus influencias en cómo lo desarrollo en mis ocupaciones; lo que para un bailarín puede significar moverse se configura posiblemente como una actividad laboral con la cual obtiene las herramientas para sustentarse, para mi puede ser una actividad de tiempo libre a través de la cual busco relajación, o entretención, o querer formar parte de un grupo, si me uno a un club de baile, etc. 



¿Qué pasa cuando nuestros movimientos están limitados o cuando no podemos movernos?


 Pensando en esta pregunta, me imagino el caso de personas con algún tipo de discapacidad. ¿Qué tan difícil es para ellos comunicarse con su entorno sin poder gestualizar, sin poder abrazar a un otro, sin poder seguir un ritmo a través de su cuerpo? Bastante, he de suponer. Sobre todo a la hora de relacionarse con el entorno en general, que suele obstaculizar su desempeño, influyendo en su desempeño en tareas y participación social. Porque limitar el movimiento implica limitar la interacción. 
Junto a esto e independientemente de qué tipo de limitación posean, muchas veces lo que más influye en la "reducción" del movimiento, es una autoestima subvalorada, temor y sobreprotección, entre otros. 

Es por estos motivos por los cuales creo que la biodanza y las técnicas de expresión corporal en general pueden ser un aporte a la terapia ocupacional, ya que permiten un trabajo interno de aceptación y reconocimiento de los propios límites corporales, de la naturalidad con la cual surgen los movimientos y la sensación que estos van provocando en sí mismo, con lo cual es posible fortalecer el autoestima y autoconcepto, al identificarnos como seres capaces de decir por medio del movimiento. Todo esto se ve potenciado por el trabajo en conjunto, donde vamos descubriéndonos como similares a través de bailes, de música, sin miedo a la vergüenza ya que todo se desarrolla en un ambiente de respeto, fundamental a la hora de trabajar con estas actividades. De igual modo, a través de estas técnicas es posible facilitar el movimiento para personas que se vean limitadas en este sentido, utilizando actividades lúdicas y satisfactorias con las cuales se pueda atraer la atención de los usuarios, potenciando a la vez, adherencia a otros tratamientos, por ejemplo. He ahí el desafío del terapeuta de adaptar estas técnicas al grupo de usuarios, sus necesidades y características con el único fin de mejorar su calidad de vida.

Moverse es vida. La base de nuestra vida está sustentada en el movimiento de micropartículas que se agitan y vibran...¿cómo no movernos?


Hasta la próxima.




lunes, 22 de abril de 2013

Mi lugar favorito.




Cito un mural de Acción Poética, de algún lugar que encontré por ahí y que me parece una gran definición de lo que implica vivir:
"Somos instantes".

Parto con estas palabras para contarles sobre una actividad realizada dentro de mi curso de creatividad, llamada "Mi lugar favorito". Esta consistió en hacer una composición (sea dibujo o pintura, concreta o abstracta) sobre nuestro lugar favorito. Para ello, trabajamos en un grupo de 9 personas con las que compartimos materiales y colores mientras cada una hacía su composición.

Si bien, no pude definir concretamente un lugar que me convenciera, identifiqué uno que me gusta mucho debido a las cosas que he vivido en él: el Parque Balmaceda. Siempre he disfrutado mucho de las áreas verdes, me encanta estar recostada sobre el pasto sintiendo el sol, leyendo un libro o mirando las nubes pasar, viendo cómo los rayitos del sol se colan por entre las hojas de los árboles, y en ese momento pensé que era un buen lugar para definir como mi favorito... pero ahora, analizándolo más tranquilamente, reconocí que no tengo un solo lugar al cual pueda catalogar como mi favorito, sino que tengo muchos. ¿Por qué? bueno, la respuesta no es muy difícil.
Siempre he creído que no son los lugares per se los significativos para mi, sino que el cúmulo de experiencias que he vivido en ellos. Así, un lugar puede significar muchas cosas, buenas o malas, alegres o tristes, que en definitiva lo vuelven un lugar histórico en mi vida y por ello, valorable e infinito (como un recuerdo).

Por esto, en un intento de concentrar algunos de mis momentos favoritos, les comparto imágenes de aquellos lugares.


Aquí, en ambos casos estoy haciendo una de las cosas que más me gusta: Pescar. Sin importar si en verdad consigo atrapar algo, me encanta el momento de sentirme en completa tranquilidad, en la espera de que sorpresivamente un (desafortunado) pecesillo "pique el lienzo" y toda esa calma se vuelva alegría... pero una alegría compartida, porque todo esto sería nada sin la compañía de alguien más, que en la mayoría de las veces es alguien de mi familia. Además, debo confesar mi eterno amor por el agua en cualquiera de sus estados, punto que influye enormemente en mi afición por esta actividad que requiere necesariamente de una sincronía con su movimiento. ¿Cómo no ser significativo?




Es así como, a través de una simple actividad de dibujo, pude recordar muchos momentos significativos en mi vida, los que en su mayoría se asocian a experiencias muy buenas, como la que retrato en la siguiente fotografía. En ella logro plasmar algo que me encanta de vivir: la sorpresa. Encontrar ese sillón entre ese mar de flores, sin duda fue inesperado y por lo tanto, inolvidable. Una vez más, no puedo dejar de asociar esta "fotografía de un momento favorito" a las personas con las que lo viví, y que indudablemente contribuyen en lo importante que es para mi este lugar.




Así, además de todo este proceso interno de reconocer lugares y momentos significativos en mi vida, asociados a experiencias y personas significativas, el diseño grupal de la actividad me permitió compartir junto a mis compañeras una conversación agradable y un poco de lo que somos, de lo que nos gusta, por lo que considero un buen método para conocerse entre sí. De igual forma me parece una actividad terapéutica adecuada para estos fines, como es el conocerse a sí mismo, dando la posibilidad de conocerse entre sí. 

Ahora bien, si se cambia el formato de la actividad individual hacia una construcción en conjunto, sería igualmente útil para trabajar aspectos como el respeto de turnos, el trabajo en equipo y la creatividad "colectiva", ya que todos trabajarían por un objetivo común.

Es así como el o la T. O. puede actuar como un facilitador de esta dinámica, como asistente de la actividad, permitiendo la entrada en el flujo de esta e incluso participando como uno más. 

En definitiva, cada actividad puede convertirse en terapéutica en la medida que establecemos objetivos específicos para cada grupo a intervenir, por lo que siempre es importante definirlos claramente para ser un aporte en el proceso de intervención.
Por ello, lo relevante a mi parecer no es adecuar los objetivos a la actividad, sino que elegir y/o moldear la actividad a los objetivos de intervención, en respuesta a las características y necesidades del grupo a intervenir.



Finalmente, comparto nuestra creación de aquel día:
Nuestro Barrio Favorito, estudiantes de 4° de terapia ocupacional.
















¡Hasta la próxima!

lunes, 15 de abril de 2013

¿Ser, no ser? Un (intento de) autoretrato.



Hace ya un par de semanas iniciamos nuestro ramo de Creatividad. En esa ocasión, la actividad consistía en reconocer las 3 virtudes propias que más nos destacan, y que son un insumo para nuestro quehacer profesional. Si bien fue una tarea difícil para mi, pude reconocer que hay muchas cosas de mí misma que obviaba y que son características reconocibles por los demás, porque claramente al interactuar con otro, muchas de nuestras cualidades salen a luz. La interacción, la RELACION con un otro es el escenario donde uno pone todo de sí para entregarse, ya sea en una conversación, en una sonrisa, o en un contexto terapéutico, en una sala de clases o en el microbus; en cualquiera de estos sitios podemos volcar nuestras virtudes si así lo deseamos. El tema es que no muchas veces lo sabemos y por lo tanto, tampoco lo ponemos en práctica.

Es así como no puedo dejar de pensar en la dinámica que se genera al crear un vínculo terapéutico Terapeuta-Usuario. Poder conocer los aspectos positivos y negativos de nuestra personalidad, permiten ser un real participante del proceso de intervención con el usuario, sobre todo nosotros que nos relacionamos mas directa y personalmente con ellos y sus familias. Esto nos permite saber nuestros límites y potencialidades a trabajar en cada situación.

Ahora, si me pongo a analizar cada punto que reconocí como propio ese día, comenzaría por el único del cual estoy completamente segura: soy Optimista. Siempre me he reconocido como una persona que espera y quiere lo mejor para el otro y para sí misma, intentando mirar el lado positivo de las situaciones, ya que creo  nada es absoluto, y saber eso me permite mutar, cambiar y pensar en que cada cosa es momentánea y que costará trabajo pretender llevar una vida feliz, trabajo que claramente vale la pena proponerse.

En segundo lugar, escribí mi Capacidad de Escucha, lo que puedo hoy reconozco más como la Paciencia que tengo para prestar atención a lo que otros están diciendo. Siempre me ha gustado sentir que los demás confían en mi, poder ser un espejo donde vuelcan sus emociones y donde puedan reconocerse como seres capaces de revertir cualquier situación, más allá de lo negativa que esta sea. Creo profundamente en que a veces lo único que uno necesita es sentirse escuchada, aceptada, más que comprendida. Por ello mi eterna disposición a escuchar, y contener, en el mejor de los casos. Esto también lo asocio al valor que siento por el Respeto hacia el otro, una de las cualidades que creo que también son parte de mi y que me destacan. Al reconocer a los demás como similares a mi, como un igual en derechos, en sentimientos, en oportunidades y en vida, a pesar de las múltiples diferencias y vivencias que nos distinguen, todos compartimos este mismo tiempo, el mismo piso y el mismo sol. Y eso también pasa por el respeto a sí mismo, que creo que es fundamental para relacionarse sanamente.

Finalmente, hace dos semanas me reconocí como Alegre, que si bien creo que es un estado más que una propia característica, usualmente me reconocen así. Es más una postura que intento trabajar a diario para afrontar la vida de manera positiva, y que quizás por eso no me convence aún del todo como fundamental dentro de esas 3. Me destaco por tener energías para hacer muchas cosas, por no sentirme limitada. En verdad creo que los únicos límites están en nuestra mente, en cada "no puedo" reducimos nuestro espectro de experiencias por vivir. De acuerdo a eso, quizás la palabra que más se ajusta sería Animosa, o Enérgica para actuar, para hacer y ocuparme.

Es así como si hoy hiciera el mismo ejercicio, seguiría reconociéndome como Optimista, pero cambiaría la capacidad de escucha por ser Respetuosa, y la alegría por Animosa. Sin duda es un trabajo continuo que debo seguir potenciando para pulir y crecer como persona, y también como futura profesional que se relaciona con usuarios que traen consigo un mundo lleno de historias, experiencias, virtudes y defectos, como yo.

Eso es lo que me gusta y apasiona de lo que estudio, poder conocer al otro en este vínculo que se genera a través y a raíz de una intervención terapéutica, con fines de mejorar su estilo de vida, su bienestar completo. Creo en lo poderoso del hacer, y ser a través de hacer, ¿cómo no estar convencida de que la ocupación es parte del ser humano y, por lo tanto, un vehículo, un escenario de posibilidades de mejoría? Como escuché una vez por ahí, la mejor forma de no preocuparse, es ocuparse.


¡Hasta la próxima!

martes, 9 de abril de 2013

Triángulo de virtudes



No sé si no es una costumbre en mí, pero siempre me ha sido más difícil reconocer las propias virtudes. Quizás porque uno suele ESCUCHAR cómo uno es, más que PENSAR lo que uno es. Por eso, al definir los "tres pilares" o "aristas" de mi triángulo de virtudes me resultó complejo; condensar mi propia percepción en solo tres palabras es un verdadero desafío.

¿Por qué?

Supongo que la respuesta está en que no podemos acotar nuestra esencia a conceptos, a ideas limitadas. Las virtudes resaltan de acuerdo a la situación, así como los defectos, y eso es lo que nos permite adaptarnos y constituir una herramienta terapéutica, como un medio terapéutico.

Es por esto que logré definirme ese día, como: optimista, alegre y paciente. 

Veamos qué diré mañana...


Origine



"A dar rienda suelta a la imaginación.
Una danza de colores de distinta intensidad, al unísono.
Una invitación al espacio para CREAR y CREARSE en este proceso de nunca acabar."

Soy Carolina, estudiante de IV año de Terapia Ocupacional de la Universidad de Chile, y a través de este blog me gustaría compartirles parte de este proceso de aprendizaje continuo, una pequeña mirada de mi experiencia en estos últimos años como estudiante. Espero ser un aporte para usted, sí usted que está leyendo estas palabras.

¡Sea bienvenido-a!